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¿Quién ha podido escribir las últimas palabras
de un moribundo aderezándolas con una música más propia de una canción de amor, formando con ello un tono armónico, bello y compasivo?
Nadie para ello, como el genial Bob DYLAN cuando realizó una versión de su
propio tema “KNOCKIN’ ON HEAVEN’S DOOR” para la banda sonora de la película de
Sam PECKINPAH “PATT GARRET & BILLY THE KID”, western que llegó a las pantallas en 1973 narrando la persecución a
muerte que lleva a cabo el sheriff Pat
GARRETT, interpretado por James COBURN (el “malo” en muchas películas), de su
antiguo compañero, el forajido Billy “the kid”, interpretado por el (bueno, el
cantante) Kris KRISTOFFERSON).
Mamá, quítame esa insignia, ya no puedo usarla
más. Está oscureciendo, está demasiado oscuro para mí, para poder ver. Me siendo como si
estuviese llamando a las puertas del Cielo. Mamá, tira mis pistolas al suelo,
ya no puedo disparar con ellas. Esa larga nube negra se está acercando. Me
siendo como si estuviese llamando a las puertas del cielo.
Es indudable el paralelismo del momento narrado por la canción con el que la Biblia narrando el momento en que Jesús reclamaba del Padre que le alejase el cáliz de la última cena, antes de morir, si bien, aquí el recuerdo es materno, quizás rememorando a María, su madre en un momento posterior, al pie de la cruz; en cualquier caso, la yuxtaposición de papeles es clara y el momento, sublime en ambos casos.
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